Ser sumisa y azotada es el destino de una mujer. Toda perra quiere ser castigada y ahuecada. Y si el amo lo desea, será follada no sólo por sus amigos, sino también por máquinas con pollas. Al mismo tiempo, la doncella se vuelve cada vez más lujuriosa y disponible. La lujuria es ahora su razón de ser.
El rodaje es claramente amateur, la señora no quiere publicitarse y lleva unas gafas enormes todo el tiempo. ¿Es delgada? Yo más bien diría que es atlética y con una figura muy bonita. Es una pena que follen en condiciones tan insalubres. Si hubieran cogido una habitación de hotel, podrían haber hecho un vídeo más interesante.
Está bien, así es la vida. Todo pasa.