Eh, cómo les gusta a estas chicas lujuriosas la gruesa polla del negro. Con tanta pasión la trabajaba con sus labios, que me daban ganas. No entiendo cómo le entraba en la boca, la garganta sin fondo. Como siempre en estos casos, le pidió que se corriera en su lengua. Tragó con placer, sin dejar rastro.
El coño de la chica ya era muy grande, y después de ser bombeado con una bomba se hizo enorme. El tipo apenas podía meter su polla en ese coño hinchado. Lo más curioso es que el clítoris casi no aumentó, pero los labios se pusieron como una mermelada. Me pregunto si la sensibilidad aumenta o disminuye en coños tan hinchados. Nunca me he follado uno, tendré que probarlo.
Sexy masajistas saben cómo dar placer y relajación a cualquier hombre, tienen mucho que aprender. Los movimientos son moderadamente suaves, se acarician a sí mismas y entre sí, para que los hombres se pongan duros sólo con eso.